Bueno, en realidad era bisexual. Me explico.
Robert Capa era un pseudónimo, detrás del cual se escondían dos personas: un hombre y una mujer.
Gerda Taro, judía nacida en Alemania en 1910 tuvo que emigrar a París para sobrevir, debido al ascenso de Hitler al poder. Allí conoció a Endre Friedmann, judío de Budapest que también abandonó su país por motivos políticos, quien se convertiría en su pareja sentimental y compañero de profesión.
Dos judíos veinteañeros tenían poco futuro en la Europa antisemita del momento. Pero tuvieron la genial idea de inventarse un pseudónimo bajo el cual les resultaría más fácil y más rentable vender los trabajos fotográficos que realizaran los dos. Así nació Robert Capa, como un rico y famoso fotógrafo estadounidense.
La guerra civil española les brindó la oportunidad de realizar un excepcional trabajo fotoperiodístico en primera línea de fuego. A Gerda la apodaban «pequeño zorro rojo», por su color de pelo, su astucia y su juventud. Dicen que tenía ojo de fotógrafo, alma de periodista y coraje de guerrero. La mala suerte hizo que muriera en campo de batalla, atropellada accidentalmente por un tanque, cuando estaba a punto de cumplir 27 años (1937).
A partir de ese momento el trabajo fotoperiodístico firmado como Robert Capa fue un poco peor, ya que le faltaba el alma de Gerda. Es evidente la importancia de la presencia de Gerda dentro del mito que fue Robert Capa. Además de su obvio talento como fotógrafa, tenía una gran capacidad para reflejar el horror desde su punto de vista, totalmente moderno. Pretendía mover consciencias con sus fotos, dando voz a la sociedad que rodea la guerra, a las situaciones injustas y al sufrimiento de los inocentes.
Al trabajar bajo pseudónimo es difícil saber quién tomó cada foto, y hay mucha polémica al respecto. Incluso la imagen legendaria «Muerte de un miliciano», controvertida en cuanto si fue espontanea o preparada, ahora se piensa que pudo ser tomada por Gerda y no por Endre.
Cuando vuelvas a revisar el trabajo de Capa, ya no lo hagas bajo un prisma masculino. Acuérdate que también era una mujer quien disparaba y es probable que muchas de esas fotos que pasaron a la historia fueran tomadas por ella, Gerda Taro, una de las primeras fotoperiodistas de guerra (la primera caída en campo de batalla), que tuvo que utilizar un nombre de varón para triunfar.
Admiro las fotos de Robert Capa desde hace años pero no sabía que era un seudónimo de esta pareja…. A partir de ahora miraré sus fotos bajo otro punto de vista, incluso ahora que lo sé creo que me gustan más sus fotos…
Me alegro que el artículo te haya aportado un nuevo punto de vista.
¡No tenía ni idea! Gracias por compartir <3
Resulta curioso, la verdad.
Gracias a ti por leerme.