Ya sabemos lo importante que es la luz cuando se realiza una fotografía. Muchas veces, la diferencia entre una foto especial y una mediocre, es el momento en que se tomó esa imagen, en cuanto a la luz que había en ese instante. Nada tiene que ver la foto de una playa a mediodía con una luz dura y aplastante, que al atardecer con una luz delicada y evocadora.
En general, las mejores horas para fotografiar sobretodo paisajes, retratos y ciudades, son el amanecer y el atardecer, es decir, cuando el sol se encuentra cerca del horizonte. En esos momentos la luz incide de forma lateral, es más sutil, las sombras son alargadas y suaves, y se genera sensación de volumen.
Una situación de luz muy especial en la que quiero profundizar en esta publicación, es lo que se conoce como la hora azul, que se produce durante el crepúsculo, es decir, justo después del ocaso o antes del amanecer. Cuando el sol se encuentra cercano al horizonte por debajo de este (es decir, no lo vemos), se produce una calidad de luz muy especial en la que no hay ni luz de día ni oscuridad total.
En ese momento el cielo se tiñe de azul intenso pero en el horizonte se aprecia un degradado de rojo a amarillo. Si te encuentras en la ciudad, los tonos cálidos de las luces artificiales contrastan con el frío azul del cielo. Así pues tendremos colores cálidos y fríos al mismo tiempo, que generarán una imagen de mayor interés visual.
Hay que estar preparado para captar este momento especial de luz, ya que dura muy poco, a penas unos 30 minutos después de la puesta del sol o antes de la salida. Por tanto lo ideal es que tengas pensado previamente el lugar que quieres fotografiar. También te recomiendo que llegues con tiempo al sitio en cuestión para poder dedicar un tiempo a la composición y dejarlo todo preparado para cuando la luz esté perfecta.
Te recuerdo que tus ojos no ven del mismo modo que ve tu cámara. En el caso del atardecer, cuando a ti todavía te parezca que en la escena hay demasiada luz, es el momento de empezar a fotografiar. Seguramente en la primera foto te des cuenta que debes modificar algo y en ese lapso de tiempo y que hagas cuatro pruebas más, ya tendrás la luz perfecta.
Pon el balance de blancos en «luz de día o sol», (el nombre varia en función de la marca de la cámara, pero el icono siempre suele ser el mismo: un sol). El balance de blancos es la temperatura de color de la luz, y se refiere al color que adquiere esta, es decir si es luz blanca, cálida, fría… ya que cada tipo de luz y cada momento del día tiene una dominante de color.
Si dejas el balance de blancos en automático la cámara compensa las dominantes de color de la luz para obtener un blanco puro y por tanto compensaría esa dominante azul que es precisamente lo que estamos buscando. En cambio, al poner el balance de blancos en luz de día o sol, la cámara no compensa nada y te deja la luz tal cual es, si es fría mantiene esa dominante azulada y si es cálida mantiene la dominante amarilla-naranjosa. En el caso de la hora azul precisamente lo que nos interesa captar es la dominante azulada.
Para fotografiar la hora azul resulta imprescindible utilizar trípode, para que la imagen no te salga movida. Piensa que es un momento en que a luz escasea y si quieres tener profundidad de campo necesitarás utilizar un diafragma intermedio o cerrado. Lo ideal es que pongas un ISO bajo (100-200) para que no aparezca ruido en tu imagen. Con estos parámetros la velocidad va a ser baja y por tanto vas a necesitar un trípode para estabilizar la cámara y que la foto no salga movida.
Si todavía no tienes trípode, te recomiendo este que utilizo yo y me llevo en todos los viajes, porque es ligero pero estable. Para más información lee el artículo que publiqué donde hablo en profundidad sobre él: El mejor trípode de viajes.
Contigo siempre se aprende algo. Amplías nuestra cultura general y yo te lo agradezco mucho.
Woooooow!!!! Me hace muy feliz saber que lo que escribo te resulta útil.
Gracias a ti, Paco.
Eres tan buena, que suerte tenemos de poder aprender contigo. ❤️
Muchísimas gracias, Pilar! Me alegra un montón que sigas aprendiendo. La afortunada soy yo de poder seguir transmitiendo aquello que me apasiona.
Muchisimas gracias Mireia, como siempre un placer poder leer tus consejos y seguir aprendiendo esas pequeñas cosas que resultan tan necesarias, saludos. Ángel
Gracias Ángel. Me alegro que mis artículos te resulten interesantes. Un abrazo!
Hola Mireia, tu pasión por la fotografía hace que siempre que publicas algo me sirve para seguir aprendiendo. Muchas gracias, Saludos y un Abrazo.
Muchas gracias, Cecilio! Celebro que te llegue mi pasión por la fotografía y que te inspire para seguir aprendiendo. Un fuerte abrazo.
Me gusta lo sencillo que lo explicas y lo bien que se entiende aunque a mi me cuesta llevarlo a la práctica porque no termino de entender la fotografía .Muchas gracias por estos consejos , algo queda 👌
Gracias Rosa Mª. La práctica siempre resulta más compleja que la teoría, pero una vez entiendes la base de la fotografía, todo se vuelve fácil. Te comento que ofrezco clases prácticas particulares. Si crees que puede interesarte, mándame un mensaje. Un fuerte abrazo!