Cristina García Rodero se atrevió a trabajar de lo que le gustaba en una época en que las mujeres no podían ser aventureras. Pero ella lo fue. Se adentró en un mundo masculino y persiguió su sueño.
«Cuando algo te gusta, salen fuerzas de donde sea».
Nació en Puertollano, Ciudad Real, en 1949. Como a muchos fotógrafos, su afición a la fotografía empezó a edad temprana, como un juego, quitándole la cámara a su padre durante las vacaciones. Esto me lleva a reflexionar en la importancia de lo que como madres, padres o simplemente adultos transmitimos a los pequeños, puesto que un juego sin importancia puede ser la semilla de una futura vocación. No tengo ninguna duda que es mejor regalar una cámara a un niño que un móvil. Pero bueno, sigamos con Cristina.
Estudió pintura en Bellas Artes, siendo la fotografía solo una técnica más para ella y acabó siendo profesora. Compaginaba la docencia con la fotografía durante los fines de semana y vacaciones, hasta que la beca de la Fundación Juan March (1973) cambió el curso de su historia y le dio los medios para dedicarse a la fotografía.
Resulta curioso que ella misma nunca se vio con cualidades para el reportaje.
«Cómo iba a ser yo reportera! Medía metro y medio, era muy tímida y con poco mundo».
Pero le atrapó esta profesión que es todo un estilo de vida: la relación con la gente, la atmósfera del momento, el ambiente de los lugares… en definitiva poder contar lo que ve en el mundo de una forma emotiva. Y así sin quererlo, se ha convertido en una de las grandes del reportaje, haciendo de la fotografía documental algo que valga la pena, un fotoperiodismo con alma.
Durante 16 años viajó por toda la península documentando fiestas populares, religiosas y paganas, lo que la llevó a descubrir el país y a sí misma. Sentía que había una España profunda, fuera de los intereses turísticos pero muy arraigada en la vida de las personas, quería dejar constancia de ello. Puso en valor una forma de vida que estaba desapareciendo.
De este proyecto, en el que acumuló más de 15.000 imágenes, nació el libro «España oculta«, en el que retrató «un país que salía de 40 años de oscuridad y que cambiaba muy muy rápido, para bien». Actualmente se encuentra descatalogado y se ha convertido en una pieza de coleccionista, por eso su precio no es apto para todos los bolsillos. Puede adquirirse de segunda mano en internet.
De carácter inquieto, no se limitó a trabajar en España. Sus viajes le han llevado de Grecia a Haití y de Rumanía a Benín, pasando por Etiopía, India, Bosnia, Sarajevo, Cuba, México… Ha recorrido más que el viento y se ha puesto ante cualquier situación.
Quizás lo más destacable (y conocido) de su biografía es que fue la primera persona de nacionalidad española en ser miembro de pleno derecho de la prestigiosa agencia Magnum (2009).
Entre 2000 y 2009 viajó varias veces a Etiopía y quedó fascinada con Lalibela, ciudad santa del s. XI situada en el corazón de las montañas del país, con 11 iglesias excavadas en la roca. Supo captar la espiritualidad y la paz de los peregrinos cristianos etíopes dando lugar al libro «Lalibela«, una auténtica maravilla sobre los rituales que los peregrinos realizan en este lugar sagrado. Viendo las imágenes puedes escuchar sus rezos y sentir la purificación del agua. En este libro se habla del cuerpo y el espíritu, de las dualidades y de las contradicciones, a través de fotografías potentes creadas desde una gran sensibilidad. Es una pieza muy recomendable con una excelente relación calidad-precio. Puedes conseguirlo aquí.
Una de las constantes en su trabajo es la perseverancia, la tenacidad, la dedicación. Sus proyectos son a largo plazo porque para hacer las cosas hay que amarlas y estudiarlas en profundidad. Y Cristina es de las que no paran, no se cansan, no tiran la toalla. En eso consiste la vocación.
«Fotografiar es querer ver. Querer ver con sentimiento»
A pesar de los numerosos premios que ha ganado (Premio Nacional de Fotografía 1996, PhotoEspaña 2017, varias ediciones de World Press Photo, entre otros) su personalidad perfeccionista la impulsa a seguir mejorando constantemente. Siempre aprendiendo, se ve a sí misma como una trabajadora, una continua trabajadora con ilusión. Reconoce que trabajar en aquello que te gusta te da una gran felicidad. Un resumen de su carrera podría ser hacer las cosas bien y disfrutarlas a cada momento.
Todo su trabajo se centra en el ser humano, y para ello la empatía es fundamental. Cuando le preguntan que cómo se acerca a la gente, responde:
«Por la cara! Porque la gente me gusta. Voy directamente, sin esconderme».
Sus fotografías cuentan historias a través de las emociones de la gente. Ella tiene muy claro lo que quiere y dedica el tiempo que haga falta para conseguir el propósito de su creación, siempre comprometida consigo misma, con su trabajo y con las personas que aparecen en sus reportajes. Lo que le enganchó del reportaje fue precisamente eso, el contacto con la gente en primera persona.
«Con la cámara más elemental puedes hacer buenas fotos. Lo que cuenta es la sensibilidad, la creatividad, el deseo de hacer una obra, el tiempo, la dedicación, la honestidad».
Cualquiera que aprecie la fotografía debería tener un libro de Cristina García Rodero en casa. Aquí te dejo algunos de muy diferentes precios para que encuentres el que te encaje:
En este live que se realizó en julio de 2020 podrás disfrutar de una Cristina García Rodero cercana, distendida y sin guión, donde se muestra tal como es ella. A cargo de Fotocolectania.
No se si ella leerá este artículo de tu blog pero seguro que si lo hace, estará muy emocionada de lo bonito que la describes…. con sensibilidad y talento. Bravo a las dos !
Bueno, la vida muchas vueltas y quizás un día le llega, de una forma u otra.
Muchas gracias por tus palabras, me hace feliz saber que he conseguido transmitir la esencia de Cristina.
Bueno, la vida muchas vueltas y quizás un día le llega, de una forma u otra.
Muchas gracias por tus palabras, me hace feliz saber que he conseguido transmitir la esencia de Cristina.
Es verdad que todo el que lucha por lo que le gusta acaba consiguiéndolo , pero no menos importante es que alguien crea en ti y tengas esa oportunidad que a veces es muy necesaria
Interesante como todo que compartes!!
Muchas gracias Mireia
Pienso que cuanto más trabajas y te esfuerzas en algo, más oportunidades vas a tener. Pero estoy de acuerdo en que a veces hace falta aquello de estar en el lugar adecuado en el momento oportuno.
Me alegro que te guste lo que comparto.
Un fuerte abrazo!
Espectacular! Dificil de definir amb mes paraules.
Moltes gràcies, Josep! Una forta abraçada.
Me ha encantado la presentación de esta mujer interesante y comprometida con el «valiente» lado humano y fotográfico de la vida. Gracias Mireia. Un fuerte abrazo
Me alegro que te haya gustado, María Jesús. Para mí, Cristina García Rodero es uno de los grandes fotógrafos en nuestro país y todo un referente en el que inspirarse. Un abrazo grande.